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De chacales y jirafas: La comunicación no violenta en el ámbito corporativo

Hace unas semanas estuve facilitando una sesión sobre la gestión del conflicto en una conocida escuela de negocios de Barcelona para estudiantes de Máster. Traíamos un montón de recursos sobre el conflicto y también usamos el maravilloso modelo de la comunicación no violenta de Marshall Rosenberg.

Fue muy bonito ver cómo estos jóvenes estudiantes, llegados de muy diferentes lugares del mundo,  entendían la manera en que la sociedad les había educado para comunicarse desde el juicio y desde la agresividad. De cómo estamos programados para la búsqueda de tener razón, en lugar del entendimiento de las posiciones del otro y de las posibilidades de la cooperación.

Estos jóvenes se van incorporando al mercado laboral y se unen a empresas donde las demandas competitivas y las presiones financieras les abrumarán en algún momento. En esos entornos, la comunicación se convierte en un elemento vital para el éxito y con frecuencia esta comunicación se ve ensombrecida por dinámicas tóxicas, conflictos internos y una cultura organizacional que prioriza la eficiencia sobre la empatía. En nuestro modelo del valor total a ese tipo de cultura lo asociamos con empresas depredadoras, donde los resultados en el corto plazo toman la prioridad sobre todo lo demás.

En este contexto, la Comunicación No Violenta (CNV),  emerge como un faro de esperanza, ofreciendo herramientas poderosas para transformar las interacciones en el ámbito corporativo y también personal.

La CNV se fundamenta en la premisa de que la mayoría de los conflictos y malentendidos en la comunicación surgen de la desconexión entre las necesidades y sentimientos de las personas involucradas. En lugar de adoptar enfoques defensivos o agresivos, la CNV propone cultivar una conciencia profunda de nuestras propias emociones y necesidades, así como una comprensión compasiva de las de los demás. Para ilustrar estos conceptos, Rosenberg utiliza las metáforas del chacal y la jirafa.

El Chacal: Comunicación Agresiva y Crítica

Rosenberg eligió el chacal porque se mueve con la cabeza baja, muy cerca del suelo, tan ocupados con satisfacer sus necesidades inmediatas, que no pueden mirar hacia el futuro.


Photo by Max Murauer on Unsplash

El chacal representa el modo de comunicación agresivo y crítico. Es aquel que ataca, juzga y culpa, buscando imponer su punto de vista sin considerar las necesidades y sentimientos de los demás. En el ámbito empresarial, los chacales pueden manifestarse en reuniones tensas, correos electrónicos cargados de hostilidad o en el trato despectivo hacia los colegas. Este enfoque, aunque pueda brindar resultados a corto plazo, crea un ambiente tóxico que socava la confianza, la creatividad y el compromiso a largo plazo. Algo que habitualmente constatamos en empresas en las que medimos el Total Value Index, es que este tipo de entornos están regulados por el miedo. Por eso la rotación en entornos de este tipo es elevada, porque es difícil sostenerse en entornos hostiles mucho tiempo.

Los chacales en el entorno corporativo, suelen ser personas que están bajo una gran presión, ya sea por cumplir con objetivos de rendimiento, satisfacer a sus superiores o competir en un mercado cada vez más agresivo. Esta presión puede llevarlos a adoptar un enfoque más agresivo y despiadado en sus interacciones, buscando asegurar su posición o defender sus intereses a cualquier precio. 

La Jirafa: Comunicación Compasiva y Empática

Rosenberg eligió la jirafa porque con su largo cuello, tiene una vista panorámica de la situación, lo que simboliza la capacidad de la CNV para cultivar una comprensión profunda y una conexión auténtica con los demás. Además la jirafa es el animal terrestre con el corazón más grande.


Photo by Juan Gaspar de Alba on Unsplash

Por otro lado, la jirafa representa el enfoque compasivo y empático de la comunicación. La jirafa escucha con empatía, reconoce sus propias emociones y necesidades, y busca soluciones que satisfagan o respeten a todas las partes involucradas. En el contexto empresarial, este enfoque promueve un clima de colaboración, creatividad y respeto mutuo, que fomenta el bienestar de las personas  y el éxito organizacional. Lo que en el modelo del valor total llamamos valor relacional.

Las jirafas en el entorno corporativo, son aquellas personas que practican la empatía, la comprensión y la colaboración en sus interacciones con los demás. Son líderes que escuchan activamente a su equipo, fomentan un ambiente de apertura y confianza, y buscan soluciones que tengan en cuenta a otros agentes involucrados, no sólo dentro de la organización, sino también fuera. Estas personas entienden que el éxito en el mundo empresarial, no se logra a costa de los demás, sino a través de la cooperación, el respeto mutuo y el trabajo en equipo.
Alguien podría asociar la jirafa con la debilidad, pero una jirafa es capaz de matar un león de una patada.

Herramientas de la CNV para el Ámbito Corporativo

Una de las herramientas fundamentales de la CNV es el proceso de observación sin juicio. En lugar de emitir críticas o evaluaciones sobre el comportamiento de los demás, la CNV invita a las personas a describir objetivamente lo que están observando, centrándose en hechos concretos y observables. Por ejemplo, en lugar de decir «siempre llegas tarde a las reuniones», se podría decir «hoy llegaste diez minutos después de la hora programada para la reunión». Esta práctica ayuda a reducir el conflicto, permitiendo que las conversaciones se centren en soluciones constructivas en lugar de culpas y recriminaciones.

Otra herramienta valiosa de la CNV es la expresión auténtica de sentimientos y necesidades. Con demasiada frecuencia, en el entorno empresarial, las personas reprimimos nuestras emociones o las expresamos de manera poco saludable, lo que conduce a resentimientos y malentendidos. La CNV anima a las personas a identificar y compartir abiertamente sus sentimientos y necesidades, creando un espacio para la empatía y la comprensión mutua. Por ejemplo, en lugar de ocultar la frustración por una carga de trabajo abrumadora, uno podría decir: «Me siento abrumado por la cantidad de tareas que debo completar esta semana. Necesito apoyo para priorizar y delegar algunas responsabilidades».

Además de fomentar la empatía y la autenticidad, la CNV también promueve la resolución constructiva de conflictos. En lugar de buscar culpables o imponer soluciones, la CNV invita a las partes involucradas a colaborar en la búsqueda de opciones que satisfagan algunas de las necesidades de todos. Esto implica escuchar activamente a todas las partes, identificar los intereses subyacentes y buscar soluciones creativas que aborden las preocupaciones de todos los involucrados. Al adoptar este enfoque, las empresas pueden transformar los conflictos en oportunidades para el crecimiento y la innovación.

Cómo integrar la CNV en el Ámbito Corporativo

Photo by Clay Banks on Unsplash

La aplicación de la CNV en el ámbito corporativo puede tener un impacto significativo en la cultura organizacional, las relaciones interpersonales y la sostenibilidad de la empresa en el largo plazo. Los cambios culturales necesitan tiempo y acciones estructuradas, estratégicas  y repetibles, que generen nuevos hábitos en la organización.

Algunas estrategias que las empresas pueden empezar para integrar la CNV en su día a día incluyen:

Formación: Ofrecer programas de capacitación en CNV y habilidades relacionales clave como empatía,  escucha activa o resolución de conflictos para empleados y líderes, puede ayudar a difundir los principios y prácticas de esta metodología en toda la organización.

Creación de espacios de conversación: para fomentar la apertura y la honestidad, para que los equipos puedan expresar sus preocupaciones, compartir sus ideas y resolver conflictos de manera constructiva.

Implementar procesos formales: para abordar los conflictos de manera constructiva, fomentando la colaboración, el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones que tengan en cuenta a todas las partes involucradas.

Integración en la cultura organizacional: Incorporar los principios de la CNV en los valores y prácticas de la organización, desde la contratación y el desarrollo del personal hasta la toma de decisiones y la resolución de problemas.

Adoptar la CNV y sus principios es un camino para la creación de valor relacional en la organización.
Las organizaciones que crean valor relacional, aumentan la motivación y el compromiso, fomentando culturas organizacionales positivas que alimentan la creatividad y la innovación.

Ojalá estos jóvenes que se van formando e integrando en el mercado laboral, abracen las metáforas del chacal y la jirafa, y enfoquen sus esfuerzos en cultivar culturas de respeto, empatía y colaboración.
Que aquellos entornos que no sean dominados por completo por la inteligencia artificial, sean los que fomenten el bienestar y el éxito organizacional a largo plazo y que nutran el verdadero potencial humano,  promoviendo lo que las máquinas nunca alcanzarán a hacer. 

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Agile y la capacidad de adaptación para el Valor Total

Agile es un término común hoy en día y extremadamente frecuente en el mundo de la tecnología de la información (IT). De hecho, nació hace más de 20 años y originalmente se pensó como una solución para un problema de desarrollo de software y tecnología que estaba creciendo en todas las industrias. Agile nació como solución al problema de capacidad de adaptación de esta industria.

A medida que la informática y la tecnología se convirtió cada vez más en una parte de los negocios en la década de 1990, se identificó un problema para satisfacer estas nuevas necesidades de una forma óptima: el retraso en la entrega de aplicaciones.

Lo que múltiples compañías experimentaban era que el tiempo que transcurría entre la aparición de una necesidad y la posibilidad de proporcionar una solución efectiva a la misma, que produjera resultados para la compañía, era demasiado largo con ciclos de producción que de media podrían ser de 3 años. La tecnología y las distintas necesidades de negocio de la época se movían mucho más rápido y estos ciclos de producción tan largos no daban una respuesta efectiva.

Las expectativas de los clientes, la evolución del mercado, los sistemas y la tecnología podían cambiar fácilmente durante estos ciclos de producción, resultando a menudo en enormes inversiones de tiempo y capital desperdiciadas en proyectos cancelados o soluciones que terminaban siendo inadecuadas.

Para dar respuesta a este problema ciertamente complejo, 17 expertos en desarrollo de software en Estados Unidos formaron un grupo de trabajo para compartir sus metodologías y procesos, y diseñar cambios que pudieran dar una solución a este problema, acelerando y simplificando el proceso de desarrollo para ganar velocidad y capacidad de adaptación a los cambios del entorno de cada proyecto.

El resultado de este trabajo fue la publicación del conocido como el “Manifiesto Agile” en 2001, que expuso los valores y principios fundamentales del marco Agile propuesto como alternativa a los métodos tradicionales de desarrollo empleados hasta el momento.

Los 4 valores fundamentales de Agile se definieron así:

Equipo: individuos e interacciones por encima de procesos y herramientas.
Producto: software de prueba por encima de documentación completa.
Colaboración: colaboración del cliente por encima de negociaciones y contratos.
Iteración: responder al cambio por encima de seguir un plan.

En el núcleo de este nuevo marco propuesto, encontramos un intento de responder una pregunta fundamental:
¿Cómo incrementar nuestra capacidad de adaptación para dar respuesta a los cambios constantes de una forma efectiva?

Han pasado mas de 20 años desde la publicación de este manifiesto y algo importante ha cambiado. Agile es un estándar adoptado de forma masiva alrededor del mundo. Lo que no ha cambiado, es la necesidad de las compañías de tener una elevada capacidad de adaptación para responder con eficacia y solvencia a las necesidades de un entorno en permanente estado de cambio.

El mundo hoy, es un espacio todavía más cambiante de lo que era hace 20 años. Al masivo avance de la tecnología, la globalización económica y la interconectividad, se le ha sumado una pandemia global que ha condicionado de forma muy significativa la forma de trabajar, como nos relacionamos con el contrato social que llamamos empleo y que además ha afectado de forma muy directa a sectores fundamentales de la economía de muchísimos países.

En este contexto, no es de extrañar que muchas organizaciones estén mirando a Agile como un marco de principios y valores que se pueden extender y adoptar en otros entornos más allá del desarrollo de productos, como una manera de incrementar la capacidad de adaptación de la organización.

Cómo Agile y sus principios podrían suponer una manera diferente de gestión organizacional, estableciendo modelos y culturas de trabajo que sean capaces de adaptarse rápida y eficazmente a la demanda de un entorno imprevisible y en constante cambio.

El Modelo del Valor Total desde el que trabajamos en esta red, define la capacidad de adaptación como el factor fundamental a la hora de generar valor tal como exponemos en esta sencilla ecuación:

Si entendemos el Valor Total como una suma de valor económico y valor relacional, la capacidad de adaptación se convierte en el factor multiplicador.

¿Cómo podemos interpretar los valores de Agile en un contexto organizacional?

Si miramos a los 4 valores de Agile expuestos anteriormente y ponemos el foco en la organización y no en el producto, podemos apreciar dos elementos fundamentales: Equipo y Colaboración.

Establecer que individuos e interacciones están por encima de procesos y herramientas supone un cambio organizacional profundo. Estructuras centralizadas de decisión y focos en procesos de gestión, necesitan ser sustituidas por estructuras de red basadas en la confianza que distribuyan la capacidad de decisión y aceleren los procesos.

Establecer que la colaboración del cliente está por encima de negociaciones y contratos, supone la necesidad de crear y mantener un alto valor relacional con clientes y proveedores que de nuevo depende de la confianza.

Mirando la ecuación del valor total y explorando como adoptar un marco Agile en una organización más allá del desarrollo de un producto, podemos ver que el camino hacia el incremento de la capacidad de adaptación, tan necesaria para hacer cualquier empresa rentable y sostenible, pasa por la creación de valor relacional hacia dentro y hacia fuera de la organización.

En nuestro libro Total Value Management, además de aprender sobre el Modelo del Valor Total, podrás encontrar herramientas concretas para incrementar el valor relacional de tu organización y aumentar la capacidad de adaptación que tanto necesitamos en el momento actual.

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Presentación TVM

La Red organiza el 22 de febrero un evento para presentar el libro Total Value Management – Guía para transformar tu empresa editado por Profit Editorial.

Este libro es el resultado del trabajo colaborativo de 24 consultores expertos en diversos ámbitos vinculados al mundo de las organizaciones y las empresas que conformamos La Red , y que creemos que es posible crear un modelo de empresa sostenible, competitiva y humana.

En la confección del  libro han participado referentes del mundo del management y la consultoría tan destacados como Xavier Marcet, Rafael Andreu, Sergio Krupatini, Loreto Rubio, Joan Quintana o Lluis González de Rivera, y nuestro objetivo en este evento es difundir los elementos fundamentales de este modelo entre las personas que dirigen las organizaciones de nuestro país y promover que se aplique a más y más empresas.

Durante el evento contarás con la intervención de Xavier Marcet y de varios miembros de la Red que presentarán algunas herramientas contenidas en el libro así como algunos datos de nuestro reciente estudio “Total Value Index 2020”.

Si nos acompañas:

  1. Descubrirás qué es una “Empresa Total” y cómo se organiza, cómo es un “Líder Total” y qué importancia tiene la “Capacidad de Adaptación” en un contexto cambiante desde una óptica humanística del management.
  2. Conocerás los resultados de nuestro reciente estudio Total Value Index (TVI) realizado en 2020 en el que han participado más de 435 directivos y ejecutivos del sector privado, público y tercer sector, y que complementa y amplía el primer estudio realizado en 2017; durante el evento descubrirás cuántas organizaciones corresponden a las 4 tipologías del modelo:  organización depredadora, moribunda, ineficiente o total.
  3. Tendrás la oportunidad de experimentar con algunas de las herramientas incluidas en el libro aplicándolas a una empresa que se enfrenta al reto de adaptarse o no a un entorno cambiante.

El Modelo de Valor Total que se recoge en nuestro libro es válido para empresas privadas, públicas y del tercer sector, y se fundamenta en la existencia de 3 palancas que adecuadamente combinadas permiten que las Organizaciones generen Valor Total.
Este concepto, ideado y validado en 2016 por SOLO Consultores, defiende que la combinación del valor económico, el valor relacional y la capacidad de adaptación permite que las Organizaciones sean más competitivas, sólidas y más comprometidas con sus empleados y la sociedad, especialmente en momentos de crisis o de cambio radical.

Estás a un click de participar en un Evento Total

Si quieres descubrir un modelo de management moderno y validado por la experiencia, conocer cómo generar Valor Total en tu Organización y saber más sobre los resultados del estudio Total Value Index de 2020 sólo tienes que inscribirte.

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Total Value Index 2020

“Quien mide, reflexiona y decide”

¿Están las empresas preparadas para los retos del presente y futuro? ¿Cómo está afectando nuestro contexto a nuestras empresas?

El saber no ocupa lugar, dicen, y con la que está cayendo, necesitamos compartir conocimiento, más que nunca. Si sabemos cómo se encuentran las organizaciones y empresas, con ese conocimiento podemos reflexionar y tomar grandes decisiones.

El Modelo del Valor Total representa la integración del valor económico, la confianza, las relaciones saludables y la capacidad de cambio y adaptación que una organización es capaz de generar. A mayor Valor Total, más sostenibilidad y éxito en el tiempo de una organización.

En 2017 el estudio Total Value Index (TVI) estableció una medición del valor total generado en 300 compañías de distintos sectores: un 41% de las compañías participantes generaban valor total y tenían alta capacidad de adaptación. El resto eran ineficientes, depredadoras y moribundas.

3 años después, desde La Red, tomamos el pulso de nuevo con un nuevo estudio TVI. Ahora más que nunca necesitamos compañías generadoras de Valor Total y con una alta capacidad de adaptación para seguir creando valor económico y valor relacional en este periodo de incertidumbre y crisis.